La libertad de expresión a nivel global se encuentra en un estado de deterioro preocupante, con un número creciente de naciones que restringen la prensa y la voz de sus ciudadanos. Informes recientes de organizaciones internacionales dedicadas a la defensa de los derechos humanos y la libertad de prensa destacan una tendencia a la baja en la protección de este derecho fundamental, exacerbada por conflictos armados, polarización política y la proliferación de la desinformación.
Desafíos Globales a la Libertad de Prensa
El Índice Mundial de Libertad de Prensa 2024 de Reporteros Sin Fronteras (RSF) subraya una “preocupante disminución” en la libertad de prensa a nivel global. El informe destaca que una cantidad creciente de países clasifica en las categorías de “mala” o “muy mala” en cuanto a la situación de sus medios. La presión política y la propagación masiva de desinformación son identificadas como amenazas clave.
“El declive de la libertad de prensa observado en 2024 es preocupante en todos los ámbitos. Cada vez más gobiernos y autoridades políticas no cumplen con su papel de proteger la libertad de prensa,” afirmó Anne Bocandé, Directora Editorial de RSF, al comentar sobre el informe. “Observamos una disminución del apoyo y, a veces, un desincentivo activo por parte de los actores políticos en muchos países, y también de la sociedad civil, que está cada vez más dividida o fragmentada.”
La seguridad de los periodistas sigue siendo una preocupación primordial. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) ha documentado un elevado número de comunicadores asesinados y encarcelados en todo el mundo, con zonas de conflicto como Gaza y Ucrania representando riesgos extremos. Las acusaciones vagas y las leyes restrictivas son herramientas frecuentes para silenciar a los reporteros.
“Los periodistas están siendo atrapados en el fuego cruzado y atacados, a veces deliberadamente, mientras hacen su trabajo,” dijo Jodie Ginsberg, Presidenta del CPJ. “El inmenso costo humano de estos conflictos incluye la pérdida irreparable de valientes periodistas.”
Impacto de la Desinformación y la Polarización
La era digital, si bien ofrece nuevas vías para la difusión de información, también ha facilitado la propagación de la desinformación y el discurso de odio, complicando aún más el panorama para la libertad de expresión. Muchos gobiernos han utilizado la lucha contra la desinformación como pretexto para implementar leyes que restringen la crítica y el periodismo independiente.
Asimismo, la polarización política dentro de las democracias establecidas y el auge del autoritarismo en otras regiones han contribuido a un entorno hostil para la disidencia. Las plataformas digitales se han convertido en campos de batalla donde la información veraz compite con narrativas impulsadas por estados y actores no estatales.
Freedom House, en su informe “Freedom in the World”, también señala un descenso general en las libertades democráticas, incluyendo la libertad de expresión. El control de internet, la vigilancia digital y las represalias contra quienes hablan en línea son tácticas cada vez más comunes.
“Los regímenes autoritarios están endureciendo su control, mientras que los gobiernos democráticos luchan por defender sus propias instituciones e ideales contra las amenazas internas y externas,” señaló Mike Abramowitz, Presidente de Freedom House, al presentar el informe de 2024.
Consecuencias para la Democracia
La erosión de la libertad de expresión tiene profundas implicaciones para la salud democrática de las naciones. Sin una prensa libre y la capacidad de los ciudadanos para expresar opiniones diversas, la rendición de cuentas de los gobiernos se ve comprometida, y la capacidad de la sociedad para tomar decisiones informadas disminuye. La comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos continúan instando a los estados a respetar y proteger este pilar fundamental de cualquier sociedad abierta y justa.
Source: Read the original article here.