4 claves de la acusación de Trump contra Comey

Desde su ascenso a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump ha mantenido una postura de fuerte crítica y desconfianza hacia el exdirector del FBI, James Comey. Las acusaciones de Trump contra Comey fueron un pilar de su narrativa sobre una supuesta “caza de brujas” y una profunda conspiración dentro de las instituciones federales. La destitución de Comey en mayo de 2017 desencadenó una serie de eventos que culminaron en el nombramiento de un fiscal especial y una investigación de gran calado. Analizamos cuatro puntos clave que sustentan las acusaciones de Trump contra el exdirector del FBI.

1. El manejo de la investigación de los correos electrónicos de Hillary Clinton

Una de las principales quejas de Donald Trump se centró en la forma en que Comey manejó la investigación sobre el uso de un servidor de correo electrónico privado por parte de Hillary Clinton mientras era secretaria de Estado. Si bien Comey anunció en julio de 2016 que el FBI no recomendaría cargos contra Clinton, lo criticó duramente por ser “extremadamente descuidada” en su manejo de información clasificada. Trump, paradójicamente, elogió inicialmente a Comey por su carta al Congreso en octubre de 2016, reabriendo brevemente la investigación justo antes de las elecciones. Sin embargo, una vez en la presidencia, Trump y sus aliados revirtieron su postura, argumentando que Comey había sido demasiado indulgente o, alternativamente, que había interferido indebidamente en las elecciones.

“El Director Comey necesitaba ser despedido. Fue una vergüenza. En mi opinión, hizo un trabajo terrible”, declaró Trump en una entrevista en 2017, refiriéndose a la gestión de Comey de la investigación de los correos de Clinton.

2. La supuesta demanda de “lealtad”

James Comey testificó ante el Congreso que Donald Trump le había exigido “lealtad” durante una cena en la Casa Blanca poco después de la toma de posesión presidencial. Según Comey, el presidente le dijo: “Necesito lealtad, espero lealtad”. Comey interpretó esta solicitud como una presión indebida sobre la independencia del FBI. Trump negó haber hecho tal demanda, calificando las declaraciones de Comey como falsas. Este episodio se convirtió en un punto central en la narrativa de que Trump intentaba politizar o cooptar a las agencias de inteligencia para sus propios fines.

“Mi sensación fue que el esfuerzo del presidente era crear algún tipo de relación de clientelismo. Era sobre mi permanencia en el trabajo y sobre si el FBI me dirigiría o no”, afirmó Comey durante su testimonio ante el Senado en junio de 2017.

3. La obstrucción de la investigación sobre la injerencia rusa

Las acusaciones de Trump contra Comey se intensificaron a medida que la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016 y la posible coordinación con la campaña de Trump cobraba fuerza. Trump sostuvo que Comey no estaba haciendo lo suficiente para disipar las “noticias falsas” sobre la colusión y que la investigación en sí era una “caza de brujas” sin fundamento. El despido de Comey se produjo en medio de esta creciente tensión, y aunque la administración Trump inicialmente citó el manejo de los correos de Clinton como la razón, Trump luego admitió que la “cosa de Rusia” fue un factor en su decisión. La destitución de Comey fue vista por muchos críticos como un intento de obstruir la justicia.

4. La filtración de memorandos confidenciales

Después de su despido, James Comey admitió haber filtrado a un amigo el contenido de sus memorandos sobre las conversaciones que tuvo con el presidente Trump. El objetivo, según Comey, era que se hicieran públicos los detalles de sus encuentros, lo que a su vez provocaría el nombramiento de un fiscal especial. Trump denunció esta acción como una grave traición a la confianza y una “filtración ilegal” de información clasificada, aunque los memorandos no fueron clasificados en el momento de la filtración. Esta acción se convirtió en una de las principales bases para la retórica de Trump de que Comey era un “soplón” y un traidor.

“Esperaba que un fiscal especial fuera nombrado”, dijo Comey en su testimonio, explicando su decisión de filtrar los memorandos.

Las acusaciones de Donald Trump contra James Comey no solo marcaron un periodo turbulento en la política estadounidense, sino que también sentaron las bases para investigaciones de gran alcance sobre la presidencia de Trump y la independencia de las instituciones federales.

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